El conflicto por la recolección de la basura en la provincia de Buenos Aires, tiene un trasfondo claro: la irresponsabilidad y la falta de políticas públicas que deriven en soluciones claras y terminen con los grandes negociados en torno a la basura.
La disposición final de residuos en los rellenos sanitarios que se hallan en la provincia de Buenos Aires, ha abonado una larga lista de reclamos por los altos niveles de contaminación, enfermedades y muertes de miles de habitantes de diferentes distritos. La Matanza, es un ejemplo claro de la lucha que organizaciones ambientales, vecinos, instituciones, Cámaras de comercio, profesionales, legisladores locales, han emprendido con el objetivo de lograr el cierre de la CEAMSE desde 2003, y la implementación de políticas de Basura Cero en el distrito.
El paro de la CEAMSE, reaparece como un conflicto político que poco tiene que ver con reivindicaciones genuinas de los trabajadores, sino con la necesidad de que se contemple el sostenimiento de un "statu quo" de diversos sectores que se han enriquecido con el enterramiento de la basura en los distintos rellenos sanitarios.
El gobierno nacional, a través del Ministerio de Planificación, impulsó la gestión en La Matanza de una planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos, con una inversión de 600 millones de pesos, aprobada en la 5ª sesión ordinaria del HCD local. Quitando protagonismo a sectores, que al parecer, no estarían incluidos en este nuevo régimen.
Sin embargo, esta propuesta del gobierno nacional, poco tiene que ver con una salida real al problema de la basura. Plantea la recolección y el tratamiento de los residuos sólidos urbanos, para "transformarlo en energía". Es una iniciativa "mágica y revolucionaria", según ratificó el Secretario de Medio Ambiente de La Matanza, Raúl Magario.
Plantas como la que se plantea radicar en Gonzalez Catan, no tienen similares en el mundo. Esta claro, que es un experimento. Que lejos están de la promoción de métodos de tratamiento de residuos que impliquen tecnologías amigables con el ambiente. Y, que hoy se abre la discusión más para saldar disputas políticas y de poder, que para generar soluciones reales para los vecinos y vecinas de los distintos municipios.
Hay propuestas alternativas, como la de Basura Cero, que no sólo son completamente viables, sino que confluyen en la generación de mayores índices de empleo genuino, implican menores niveles de inversión y métodos de tratamiento de los residuos sólidos urbanos con técnicas amigables con el ambiente como los biodigestores, el compostaje, el reciclado, entre otras. Entonces, cabe preguntarse: ¿se está discutiendo realmente qué hacer con la basura?.
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