Sandra Oviedo, concejal electa de Nuevo Encuentro, compartió la conmemoración de los 10 años del CENS Nº 456, junto a las autoridades, padres y alumnos, que tuvo como punto más emotivo el nombre electo para la institución: Maria Cristina Prieto.
El Centro Educativo de Nivel Secundario Nº 456, se llama desde ahora María Cristina Prieto, licenciada en Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) que, a causa de una repentina muerte, no pudo contar con su título. El que fue entregado a sus hijas.
Sin embargo, este hecho no le impidió dejar su huella en la comunidad. Sobre todo, en muchas mujeres que como ella padecen la violencia de género y que tienen a María Cristina como ejemplo. A punto tal, que la comunidad resolvió festejar la primera década del establecimiento nombrándolo en su honor.
“Es un momento sumamente importante para la escuela y para la comunidad extendida”, comentó Verónica Acosta, la directora de la entidad. Recalcó que, además del dictado de contenidos, el CENS trabaja “por la defensa de los derechos humanos de las mujeres que son víctimas de la violencia”.
“María Cristina trabajó aquí durante un año y medio que fue un tiempo fundante para nosotros. Desde su realidad, ya que fue una víctima de la violencia, supo entenderse con las otras mujeres”, recordó.
De acuerdo a Acosta, que dirige los siete CENS existentes en La Matanza, “en los barrios populares no hay otras instituciones en las que los adultos puedan educarse, si bien contamos siempre con poca matrícula. Se termina dando casi una relación entre pares, de construcción conjunta del conocimiento. Tenemos alumnos de hasta 80 años y estamos llenos de ex estudiantes que vuelven a colaborar con nosotros”, valoró.
Sin embargo, el panorama no es ciento por ciento alentador. “Esta es una zona de mucha violencia familiar y, aunque la ley así lo requiere, las comisarías aun no toman las denuncias por violencia familiar”, reclamó.
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